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El descubrimiento de la evolución de las especies vino a darle una nueva significación a todo lo viviente. Explorar la vida y afiliarse con ellas es un proceso profundo y complejo del desarrollo mental. En la medida en que podamos comprender a los organismos vivos, los valoraremos y nos valoraremos a nosotros mismos. Estamos vinculados compleja y delicadamente.

Somos una especie más en un planeta que a todas nos pertenece. Por haber conquistado la conciencia reflexiva a lo largo de nuestra evolución biológica, estamos llamados a hacernos responsables de los recursos que el planeta nos ofrece, cuidándolos para las demás especies y para la nuestra, pensando en las generaciones que nos sucederán.

La adolescencia es una adaptación cultural. La escuela debe reconocer y tomar en cuenta la función biológica-social del adolescente.

Hemos extraído ideas fundamentales de esta teoría que  sintetizamos en los siguientes principios:

  • Todos los seres vivos tienen un origen común; desde el mismo han evolucionado.
  • El hecho de la evolución introduce la historia en la vida y sus manifestaciones; su máxima expresión en el ser humano es la conciencia histórica.
  • La afiliación con otras formas de vida aumenta el valor que se les otorga a ellas y a uno mismo.
  • El ser humano, por el desarrollo de su inteligencia, su conciencia y su capacidad de crear tecnología, tiene responsabilidad sobre las demás formas de vida y los ecosistemas.
  • Los ritos tradicionales son de origen filogenético, cumplen en la cultura con dos funciones importantes: el manejo inocuo de la agresión y el fortalecimiento de lazos entre los congéneres.
  • La adolescencia es una adaptación cultural; la maduración biológica marca el tránsito que se lleva a cabo de la familia a la cultura.